Algo que siempre se me ha dificultado desde muy novato (por mi particular forma de ser), es “presionar” a la gente para que se apure a terminar los pendientes, ya sea de obra o administrativos.
Con el tiempo aprendes que el “hacer que las cosas sucedan” es algo que va muy de la mano con tu experiencia con el manejo de personal y, eventualmente, adquieres cierta sensibilidad para poder transmitir un mensaje de diferentes formas de acuerdo a la situación.
Sin duda alguna, lo más difícil es estar en una posición en la que se toman decisiones de impacto en los proyectos de construcción; sin embargo, supongo que con el pasar de los años, normalizas todo aquello que se te dificultaba y encuentras retos en situaciones o lugares que ni te imaginabas al inicio.